Las cocinas abiertas al salón son tendencia, a estas alturas, seguro que ya lo sabéis. Sin embargo, somos conscientes de que esta solución no convence del todo a muchas personas. A la inmensa mayoría les encanta el resultado visual de integrar la cocina en el salón, pero muchos encuentran ciertas reticencias basadas en: la propagación de olores y ruidos, la falta de intimidad a la hora de cocinar, etc.

Pues bien, tenemos la solución perfecta para quienes os sentís identificados con esta postura: un proyecto semiabierto, es decir, una respuesta intermedia que se queda con lo mejor de la integración de ambientes y deja fuera todas esas desventajas citadas anteriormente.

 

Cómo abordar un proyecto de apertura parcial de la cocina al salón

Existen decenas de fórmulas para lograr una cocina semiabierta al salón que nos proporcione lo bueno de la integración de espacios y deje atrás los inconvenientes.  Para estudiar todas las posibilidades, te aconsejamos que acudas al buen criterio y asesoramiento de especialistas en proyectos de cocina y del hogar, pues sabrán dar con la solución perfecta para tu vivienda y forma de vida. Antes de hacerlo, te damos algunas ideas que puedes ir sopesando:

  • El cristal: una opción bonita, luminosa y muy práctica

Delimita la cocina con una mampara y puertas de cristal. Esta apuesta es especialmente interesante en espacios reducidos o cocinas que no cuentan con ventanas al exterior.  La luz natural entrará hasta el último rincón de tu cocina desde el salón y lograrás un efecto de amplitud difícilmente alcanzable con otro tipo de material. Puedes decantarte por cristal sin perfilería o por un modelo donde esta llame poderosamente la atención. Si tu estilo es el industrial, una mampara con perfil de aluminio lacado en negro mate quedará de miedo.

  • Medio tabique para garantizar la intimidad

En el caso de viviendas amplias, un tabique a media altura es una respuesta eficaz y barata a tus necesidades. Puedes colocar este detrás de la encimera exterior de la cocina, eso te permitirá sacarle mayor provecho, por ejemplo, colocando pequeños sistemas de almacenamiento como ganchos o estantes sobre el mismo.  También puedes coronarlo con una pequeña encimera de madera donde quepan elementos como platos, adornos florales, libros de cocina, etc. 

  • Cuando el mobiliario marca la frontera

Otra alternativa que nos encanta es el uso de mobiliario afín. Una estantería alta a la que puedas acceder desde el salón y desde la cocina puede actuar como elemento delimitador e integrar perfectamente ambos ambientes si se sabe elegir el modelo y sus acabados.

 

Piensa en estas posibilidades y plantea a tu equipo asesor cuál de todas ellas te encaja especialmente. ¡Hacer tu sueño realidad cuesta muy poco!

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