La forma en la que colocamos los elementos que configuran nuestro salón es importante. De hecho, a veces, el simple gesto de cambiar algo de lugar, por ejemplo un sofá, puede modificar el espacio por completo. A continuación, te damos algunas pistas sobre cómo distribuir tus muebles para ganar amplitud en dos tipos de salones muy habituales hoy en día:

Sofás en L y una buena mesa de centro para salones cuadrados

Un salón completamente cuadrado y con una sola pared al exterior nos pide a gritos una estancia diseñada para la conversación y el entretenimiento en grupo. Deja una pared libre para colocar tu mueble, la televisión e incluso una chimenea. Esta ha de ser contigua a la pared exterior, y nunca enfrentada, pues los reflejos de la luz natural nos molestarán a la hora de disfrutar de una sesión de cine.

Sitúa dos sofás en L, y quizás dos butacones si tienes espacio suficiente; de lo contrario, un gran sofá frente a la tele y dos pufs a un lado serán suficiente. En el centro, una gran mesa auxiliar, que sirve incluso para una cena informal, de picoteo, el fin de semana.

En este tipo de salones, la zona de comedor pasa desapercibida, apenas ocupa una esquina en la que situamos una mesa plegada con cuatro sillas o una mesa circular. Con esta última lograremos mayor sensación de movimiento y, por tanto, de amplitud.

Lo realmente importante en este caso es que el mobiliario que coloquemos en el centro del salón sea bajo, incluidos los sofás, para que no entorpezcan el paso de la luz natural y esta pueda llegar a la zona del comedor sin problema.

Mesa de comedor como nexo de unión entre la cocina y el salón en espacios abiertos y rectangulares

Si tu salón y cocina están unidos en un espacio abierto y forman una gran estancia rectangular, tienes dos opciones: delimitar ambas zonas a través del sofá o hacerlo mediante una mesa de comedor. En nuestra opinión, si los metros cuadrados no escasean, es mejor decantarse por esta última opción.

Así, encontraremos a un lado la cocina, frente a ella, la gran mesa para comer y, a continuación, un sofá que mira hacia los grandes ventanales. Frente al sofá, una pequeña mesa auxiliar, y en la pared contigua, una bonita librería o aparador coronado por un cuadro o lámina que llamen la atención.

Se trata de que toda la estancia mire hacia la pared que queda libre, donde se ubican las ventanas, y que la gran mesa para comer se sitúe cerca de la cocina y en un lugar con mucha luz.

Otro detalle importante en salones rectangulares y estrechos es que optemos por muebles compactos, minimalistas, de líneas suaves y depuradas, y que calculemos bien las medidas. Se trata de crear un espacio donde las zonas de paso sean amplias y el mobiliario no se coma todo el espacio visual.

Las soluciones funcionales y versátiles como mesas extensibles, sofás extraíbles, etc., pueden ser un gran aliado.

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