Integrar la cocina en el salón, una tendencia que cobra cada día más adeptos. Y no es de extrañar. Las ventajas de utilizar un mismo espacio para dar cabida a estos dos ambientes son muchas. Eso sí, hay que saber hacerlo bien. Te explicamos cómo:

  1. Con el apoyo de profesionales: Integrar salón y cocina es una magnífica idea, independientemente de los metros cuadrados de la vivienda. Y es que, hacerlo te ayudará a conseguir más superficie útil, mayor sensación de amplitud y un resultado estético envidiable. Pero, como hemos señalado, hay que saber cómo hacerlo. Por eso, no estaría de más que contases con ayuda profesional a la hora de llevar a cabo la reforma de tu hogar. Un equipo experto en proyectos de cocinas te asesorará para que la integración de ambos espacios sea perfecta y se ajuste a tu presupuesto inicial. 
  2. Con elementos de transición: Vas a tirar las paredes, eso está claro. Pero ¿incluirás algún tipo de elemento que contribuya a la diferenciación visual de ambos espacios? Deberías. Nos referimos a la propia encimera de la cocina, a la zona de cocción, a una estantería o mueble bajo de almacenaje, a una barra o a una gran mesa de comedor. Este tipo de mobiliario puede ser a la vez un elemento de transición que, gracias a su diseño y distribución, favorezca la continuidad entre ambas zonas
  3. Con el cristal como aliado. Si te gusta la cocina y crees que la propagación del olor puede ser un inconveniente en tu hogar, recurrir a los acristalamientos como solución es una gran idea. Con o sin perfiles, estáticos, con puerta corredera o ventana de guillotina…, el cristal es un gran aliado a la hora de poner a raya los olores y los ruidos sin renunciar a la luz natural o a la maravillosa estética de las cocinas y salones integrados. 
  4. Con un toque de distinción. Lograr la unidad entre cocina y salón a través del mobiliario y el juego cromático en revestimientos, equipamiento, complementos… Esa es la clave, conseguir un espacio homogéneo. Sin embargo, este requisito no quiere decir que no podamos incluir detalles que llamen la atención sobre un lugar concreto. Un papel llamativo sobre la pared lateral de la cocina, un frontal de cocción adornado con baldosas hidráulicas…, este tipo de recursos llaman poderosamente la atención y dan un toque original a la estancia
  5. Mucho ordenIntegrar la cocina en el salón significa mantener el orden si queremos que el resultado estético obtenido no se vaya al traste. Para conseguirlo, lo más conveniente es que apuestes por módulos cerrados en la primera, ya sea a través de puertas o cajones, así como espacios de almacenaje extra para evitar atestar la encimera con utensilios de cocina o pequeños electrodomésticos. ¿Te gusta el efecto de las baldas y no quieres renunciar a él? De acuerdo, pero has de garantizar el equilibrio en todas ellas y, si es posible, incluir algún tipo de elemento decorativo que combine con el salón.

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