Cocinas pequeñas, cocinas abiertas al salón, cocinas grandes para quienes nunca comen en casa… Existen cocinas donde es imposible o simplemente no es necesario colocar una gran mesa de comedor repleta de sillas. Para todas ellas, una zona de office es la solución.
Funcionales y flexibles: office a la altura de las necesidades
Mientras que una mesa de comedor suele emplearse tan solo para eso, para comer en ella, un office abre la puerta a todo un mundo de posibilidades, ya que se trate de un espacio versátil y muy accesible que se adapta a cualquier necesidad en la cocina.
Además, suele ocupar un tamaño reducido, por lo que se convierte en un recurso ideal para pequeñas cocinas o espacios multifuncionales en los que hoy cocinamos, mañana comemos y pasado conversamos.
Te ponemos un ejemplo. Cuentas con una amplia cocina adornada por una isla de cocción en la parte central y apenas comes en casa porque pasas poco tiempo en ella, ¿qué te parece incrementar los metros cuadrados de la encimera de tu isla en un lateral? Podrás emplearlos como zona de trabajo y, una vez preparado el menú, para comer.
Tan solo necesitarás un par de cómodos taburetes y lo mejor de todo es que tendrás aquello que necesitas a mano, desde la vajilla a los alimentos recién cocinados.
Otro ejemplo. Si dispones de una cocina abierta al salón te gustaría separar ambas zona visualmente a través de un elemento que resulte, a la vez integrador, esta es tu solución. Un office compuesto por encimera semivolada y mobiliario en la parte inferior es una solución bonita y práctica.
Y otro más. ¿Cómo ganar espacio en una cocina cuadrada y pequeña? Un diseño en L te permitirá instalar en la pared libre una mesa abatible o plegable que sacar solo en las horas clave.
El office perfecto no restar sensación de amplitud ni movilidad en tu cocina, se adapta al numero de comensales y es muy ergonómico y cómodo, con accesibilidad a todo lo que necesitas en cada momento.
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