La distribución de la cocina se erige como un concepto fundamental en el ámbito del hogar, ya que de su configuración dependerá la comodidad, versatilidad y funcionalidad de este espacio crucial en cualquier vivienda. Además, cuando la cocina se encuentra abierta al salón o al comedor, la distribución ejerce una influencia significativa en la creación de la atmósfera deseada. En otras palabras, la disposición de la cocina desempeña un papel esencial en el diseño de una casa con espacios abiertos y fluidos.

En la búsqueda de la distribución perfecta, una noción ha demostrado su valía a lo largo de décadas: el concepto del «triángulo de trabajo». Esta solución, aplicable a todo tipo de cocinas, se basa en una teoría que prioriza el bienestar de quienes frecuentan este espacio en el hogar.

Configura tu cocina como un profesional: la distribución triangular

¿Pero en qué consiste exactamente la distribución triangular? Se trata de un enfoque que maximiza el uso del conocido «triángulo de trabajo» dentro de la cocina. Este triángulo tiene como objetivo armonizar tres elementos fundamentales en la cocina: la zona de cocción, el frigorífico y el fregadero. El propósito es garantizar la máxima movilidad y accesibilidad a todos estos elementos, al mismo tiempo que se logra un diseño elegante y funcional.

El término «triángulo de trabajo» se debe a que, al conectar imaginariamente estos tres elementos con líneas, se forma un triángulo en la disposición de la cocina, que puede variar en regularidad según la forma de la misma:

  • En cocinas en forma de U, el triángulo tiende a ser prácticamente perfecto, ya que los elementos se distribuyen de manera que no estén uno junto al otro en secuencia.
  • En cocinas con una distribución en dos filas a izquierda y derecha, lo habitual es que el frigorífico y la placa de cocción estén ubicados frente al fregadero, o bien la placa y el fregadero estén frente al frigorífico, según las posibilidades y el diseño disponibles.
  • Las cocinas en forma de L también pueden acomodar su propio triángulo de trabajo, con la placa de cocción en el frente y, por ejemplo, el frigorífico y la zona de lavado a un lado.

En resumen, el triángulo de trabajo está diseñado para optimizar el espacio y los recursos de tu cocina, donde reina una lógica impecable y no hay lugar para obstáculos. De hecho, existe una distancia óptima entre estos elementos esenciales: no menos de 1,20 metros y no más de 2,70 metros, para que todo esté al alcance y no haya interferencias si dos personas realizan tareas distintas en la cocina.

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