Una cocina al aire libre siempre es una opción práctica para aquellos que quieren aprovechar al máximo su jardín. Sin embargo, es crucial que este tipo de solución se planifique cuidadosamente, ya que debe combinar funcionalidad, durabilidad y estilo para crear un espacio cómodo y atractivo. Un lugar donde puedas cocinar y disfrutar del aire libre al mismo tiempo, evitando así los constantes viajes al interior de la casa. Así es como debería ser tu cocina exterior:

  • La ubicación sí importa. Debes elegir una zona al aire libre que esté cerca de la casa, pero no tanto como para que los olores o el humo entren en el interior. Y puesto que el uso de tu cocina exterior se maximizará en verano, lo ideal es escoger una orientación que goce del sol por la mañana y de la sombra a partir del medio día.
  • Las conexiones eléctricas y la toma de agua: Asegúrate de contar con las conexiones eléctricas y de agua adecuadas para el funcionamiento de todos los dispositivos incluidos en tu cocina de exterior.
  • El equipamiento que necesitas. Las cocinas exteriores suelen ser minimalistas, sin embargo, esto no quiere decir que debas prescindir de todo lo necesario. De hecho, si lo haces, te arrepentirás, porque tendrás que entrar constantemente a la cocina en el interior de tu hogar.  En una cocina exterior no puede faltar:
    • Un fregadero con agua corriente.
    • Una gran encimera donde preparar los alimentos.
    • Espacio de almacenamiento inferior para utensilios de cocina, accesorios, condimentos, etc..
    • Una parrilla o barbacoa. E incluso un horno de leña.
    • Un arcón que haga las veces de congelador.
    • Un pequeño frigorífico. Este último debe colocarse bajo la encimera para una mayor protección del sol y la lluvia.
  • Los materiales, resistentes. La superficie de trabajo así como los elementos empleados para el revestimiento de la cocina exterior han de ser resistentes y fáciles de limpiar. Al fin y al cabo, se van a enfrentar a los constantes embates de la climatología. Opta por materiales duraderos y resistentes a la intemperie, como el granito, la piedra natural, la baldosa cerámica, el ladrillo, ya que pueden soportar las condiciones climáticas exteriores.
  • Iluminación adecuada: Asegúrate de contar con iluminación LED adecuada para cocinar y trabajar por la noche. En verano, es común disfrutar de largas veladas bajo las estrellas, y has de estar preparado para ello.
  • Una zona de estar cómoda: Diseña un área de estar cómoda con suficiente espacio para relajarse y disfrutar de las comidas y cenas al aire libre. Una gran mesa de piedra o madera, sillas, bancos e incluso sofás pueden hacer de ese espacio un lugar acogedor donde dejarse reposar a la luz de los farolillos y de la luna.
  • Protección contra el clima: Existen muchas posibilidades. Crear un porche que cubra la cocina y la zona de estar, instalar una pérgola, un toldo corredero o un techo que proporcione sombra y protección contra la lluvia y el sol directo solo a la zona de la cocina. Preservarás tu mobiliario y podrás guarecerte del sol o la lluvia en verano..

 

Solo te falta elegir el estilo y diseño que siempre has deseado, aquel que refleje la estética que buscas tanto en tu hogar como en el entorno exterior. Puedes optar por una decoración rústica u otros estilos como el de la sierra, la campiña, el mediterráneo, el étnico, entre otros. Lo crucial es que se integre con el entorno natural, utilizando materiales locales para lograr una perfecta armonización.

Una cocina al aire libre en el jardín ofrece numerosos beneficios, desde el entretenimiento al aire libre y la comodidad, hasta la versatilidad gastronómica que brinda un espacio así, perfecto para reunir a amigos y familiares. Si cuentas con el espacio y los recursos necesarios, considera la idea de crear una cocina exterior y disfruta al máximo de tu jardín.

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