Si os gusta estar al día en tendencias de decoración, habréis observado que cada vez son más las cocinas con estantes al descubierto. Echamos un vistazo a los blogs de referencia, Instagram o revistas especializadas en interiorismo, y vemos que este tipo de recurso se está poniendo de moda. Y entendemos muy bien la razón.

 

Decorativas y funcionales, estanterías dos en uno

Los estantes o baldas abiertas cumplen una doble función: de almacenaje, por un lado, y decorativa, por otro. No importa si usamos esos estantes a la vista para apilar platos, tarros de legumbres o libros de cocina, si reina el orden, el resultado es maravilloso. Porque todo lo que tenemos en nuestra cocina se puede convertir en un elemento ingenioso de decoración: 

  •       Cestas de mimbre o pequeñas cajas de madera donde guardar la fruta y la verdura.
  •       Vajilla tradicional.
  •       Utensilios tan comunes como una cafetera italiana o de prensa francesa.
  •       Tarros de cristal repletos de legumbres o diferentes tipos de pasta.

Como veis, no hace falta recurrir a grandes elementos. De hecho, podéis colocar una bonita lámina o una pequeña planta para rizar el rizo sin gran esfuerzo. El resultado: una cocina de lo más personal y original. 

 

Con iluminación y decenas de diseños posibles

Una manera de sacar mayor partido a las baldas exteriores es integrar bajo las mismas tiras LED. Gracias a estas podremos iluminar bien la zona de la encimera sobre la que trabajamos, bien los objetos que atesoran las estanterías inferiores. El efecto que conseguimos es maravilloso. Y es que, jugar con la luz siempre trae buenos resultados. 

El diseño de las estanterías también tiene mucho que decir. Si optamos por baldas finas y muy extensas, que colocamos a lo largo de la encimera, conseguimos un efecto visual que potencia la profundidad de la cocina y la sensación de amplitud. Se trata de una opción minimalista que ofrece un plus de belleza, sin sobrecargar, en cocinas pequeñas o muy estrechas.

Si, por el contrario, empleamos estanterías cerradas, es decir, una serie de baldas a las que un mismo armazón exterior imprime unidad, lograremos un efecto más tradicional. Conseguiremos más capacidad de almacenamiento y, además, nos darán la oportunidad de jugar con el fondo, donde podemos colocar un bonito papel pintado.

También podemos incluir en nuestra cocina estanterías colgadas de la pared, una apuesta muy original pensada para aprovechar huecos pequeños. Y claro está, tenemos la opción de jugar con los acabados: metálicos, de madera natural, de rejilla, alambres o varias opciones a la vez.

 

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